sábado, 12 de febrero de 2011

Los bosques mundiales poseen la clave para estabilizar el clima.


Nunca, como ahora, la forestación ha recibido tanta atención mundial. Protagonistas en la mitigación del cambio climático, los bosques celebran, este 2011, su año internacional.

Son "gratuitos", sirven de refugio animal, no son exigentes en materia de suelos, no necesitan tecnología de avanzada para cumplir su trabajo y, con esa misma sencillez que los caracteriza, poseen la clave para mitigar los efectos del cambio climático.

Se trata de los árboles, esas "plantas perennes, de tronco leñoso y elevado, que se ramifican a cierta altura del suelo", como los define la Real Academia Española.

Para subrayar aún más su importancia, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) declaró 2011 como el Año Internacional de los Bosques.

Y para justificar lo anterior, basta informar que, mediante el proceso natural de fotosíntesis, los árboles absorben y almacenan el dióxido de carbono (CO2) antes de que alcance la estratósfera y genere el efecto invernadero. Pero aún más, porque a pesar de que todas las plantas son capaces de realizar esta tarea, los árboles procesan mucho más gas que las pequeñas plantas, convirtiéndose en la opción más eficiente de la naturaleza.Como dato añadido, un kilómetro cuadrado de bosque genera 1.000 toneladas de oxígeno al año.Sin embargo, uno de los máximos problemas de los últimos tiempos, según un informe de 2010 de la FAO, ha sido la tasa de deforestación y la pérdida de bosques naturales a nivel mundial.

El panorama, a pesar de esta última afirmación, no es desalentador. Según el mismo informe -titulado La situación de los recursos forestales, análisis regional-, la tasa de deforestación se redujo "de unos 16 millones de hectáreas al año en la década de 1990 a aproximadamente 13 millones de hectáreas al año en el último decenio". Los países, aunque de a poco, están tomando conciencia.

La Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales, también elaborada por la FAO, señaló que, en 2010, "el área total de bosque existente en el mundo ascendía a algo más que 4.000 millones de hectáreas, que correspondían a 31% de la superficie total de la tierra". Los países con mayor riqueza forestal, poseedores de la mitad del total del área bosque, son Rusia, Brasil, Canadá, Estados Unidos y China.

AGROFORESTACIÓN. En el lanzamiento del Año Internacional de los Bosques, Dennis Garrity, director general del World Agroforestry Centre, destacó la importancia de la agroforestación aún en las pequeñas granjas. En ese sentido, se refirió a la deforestación ya conocida pero, también, a la creciente plantación de árboles en pequeños establecimientos agrarios y a la combinación de la forestación y la agricultura, es decir, la agroforestación.

Según Garrity, "los sistemas agroforestales ofrecen mayores oportunidades de compensación de carbono que cualquier otra práctica de mitigación del cambio climático en la agricultura".

URUGUAY. A diferencia de lo que sucede en países del Sudeste Asiático, por ejemplo, en donde algunos establecimientos complementan dicha práctica con la agricultura, en Uruguay la forestación se complementa con la ganadería extensiva "por las exigencias del país", dice el ingeniero agrónomo Edgardo Cardoso, gerente de la Sociedad de Productores Forestales del Uruguay.

"La forestación es la actividad más regulada que existe en el país", apunta Cardoso. Quien desee utilizar suelos para producción forestal debe solicitar autorización ante los ministerios de Ganadería y Ordenamiento Territorial.

"Cuando hablamos de regulación estamos hablando, básicamente, de que el desarrollo forestal se realice en aquellos suelos que se denominan de prioridad forestal, que no son suelos aptos para la agricultura", explica Cardoso, quien también aclara que se refiere a "términos industriales": "Eso no quiere decir que no puedas tener un pequeño monte en un establecimiento agrícola o un pequeño monte en un establecimiento de ganadería intensiva. Estamos diciendo que la forestación, industrialmente, no puede ir en aquellos suelos que son de mayor potencial agrícola, y no lo ves tampoco en aquellos suelos donde se desarrolla la ganadería intensiva porque la ganadería intensiva, en el país, no usa campo natural, usa praderas artificiales y cultivos forrajeros anuales".

De acuerdo a la FAO, Uruguay figura entre los países de América del Sur que aumentaron sus áreas de bosque desde el año 2000, junto a Chile y Costa Rica. Según el mismo informe, los bosques plantados en la región de América del Sur han crecido a un ritmo de 3,2% anual durante el último decenio.En Uruguay, la superficie agropecuaria abarca 16,4 millones de hectáreas. Según datos del Ministerio de Ganadería, la producción de carne y lana ocupa 13,2 millones de hectáreas. En contrapartida, la superficie total de bosques se extiende en 1:722 hectáreas, de las cuales 676.000 son eucaliptus, 275.000 sin pinos y 19.000 pertenecen a otras especies.

En Uruguay, la superficie agropecuaria abarca 16,4 millones de hectáreas. Según datos del Ministerio de Ganadería, la producción de carne y lana ocupa 13,2 millones de hectáreas. En contrapartida, la superficie total de bosques se extiende en 1:722 hectáreas, de las cuales 676.000 son eucaliptus, 275.000 sin pinos y 19.000 pertenecen a otras especies.

DATOS CLAVE

Beneficios forestales
Mediante el proceso de fotosíntesis, los árboles absorben y almacenan dióxido de carbono (CO2). En comparación con las pequeñas plantas, procesan mayores cantidades de gas.

Producción de oxígeno
Un kilómetro cuadrado de bosque genera 1.000 toneladas de oxígeno al año.

Panorama alentador
A pesar de las altas tasas de deforestación, éstas se redujeron de 16 millones de hectáreas al año en la década de 1990, a 13 millones de hectáreas al año en el último decenio, según uno de los últimos informes de la FAO.