martes, 7 de diciembre de 2010

Jefe de la ONU contra desertificación pide avances en Cancún

El jefe de la Convención de la ONU contra la Desertificación (UNCCD), Luc Gnacadja, urgió a la conferencia del Cambio Climático a hacer avances que favorezcan a las cerca de 2.000 millones de personas que viven en lás áreas más secas del planeta, en África, Asia y América Latina.El jefe de la Convención de la ONU contra la Desertificación (UNCCD), Luc Gnacadja, urgió a la conferencia del Cambio Climático a hacer avances que favorezcan a las cerca de 2.000 millones de personas que viven en lás áreas más secas del planeta, en África, Asia y América Latina."Cuando negociaron el acuerdo de Kioto -destinado a recortar las emisiones de gases de efecto invernadero- se sabía que tenía que incluirse la función de los bosques, pero no lo hicieron. Ahora que negociamos la extensión de Kioto, espero que no repitan ese error, y que sea reconocida la función del suelo" como potencial almacén de carbono, dijo Gnacadja en entrevista a la AFP.

Se estima que un 4% de las emisiones anuales de gases nocivos al clima proceden de las tierras áridas, por su degradación que libera carbono, pero cuando son recuperadas, éstas ganan capacidad de almacenar este elemento.La Convención contra la Desertificación quiere ganar apoyo en Cancún para dar impulso a la regeneración de los suelos degradados, combatir el avance de la desertificación y ayudar a los países en desarrollo a adaptarse al cambio climático, que a menudo pagan con extremos de lluvias y seguías, frío y calor.

"Cuando se fija el carbono en el suelo se reducen las emisiones y se producen otros beneficios: mejora la fertilidad y la productividad del suelo, su capacidad de retener agua, y con ello se reduce la pobreza", afirmó.

La ONU inauguró este año la década contra la desertificación, un mal que se cobra cada año 12 millones de hectáreas de tierras aptas para la agricultura, equivalentes a la superficie de países como Grecia o Benin, el país de Gnacadja.Mas del 40% de las tierras del mundo son secas, y en estas viven uno de cada tres habitantes del planeta, totalizando 2.100 millones de personas, el 90% en países en desarrollo y con altos niveles de pobreza. Mil millones tienen su subsistencia amenazada por el avance de la desertificación.El fenómeno de la desertificación está altamente vinculado con el cambio climático, que augura un acceso al agua cada vez menor y sequías e inundaciones cada vez más severas y prolongadas. Además representa una seria amenaza a la seguridad alimentaria.Si se recuperan áreas para la agricultura, "ayudamos a asegurar comida para los 9.000 millones de personas que habrá en el planeta en 2050", afirmó.

Los cuestionamientos a incluir el potencial de los suelos para evitar que el carbono salga a la superficie, provocando el calentamiento global del planeta, son principalmente de metodología:

¿Cómo medirlo?
Según Gnacadja, ese cuestionamiento ya fue superado en estudios recientes."Un sistema de bosque tropical retiene una cantidad mucho mayor de carbono que un sistema semiárido, aunque en medio existe la sabana (y biomas similares que se cuentan como tierras secas o semihúmedas), que lo retiene dentro del suelo, un proceso lento pero con gran potencial", explicó a la AFP el director del brasileño Instituto de Investigaciones Espaciales (INPE), Carlos Nobre. Según este especialista, los sistemas semihúmedos retendrían de 40 a 50 toneladas de carbono por hectárea bajo la tierra, un bosque tropical entre 120 y 150, y una típica tierra semiárida de 10 a 15.Representantes de 194 países intentan alcanzar un acuerdo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la conferencia del clima de la ONU en Cancún, del 29 de noviembre al 10 de diciembre.

Agence France-Presse